Se acabó lo que se daba, atascos por la tarde en las entradas de las grandes ciudades y probablemente en mi cerebro mañana por la mañana. Despues de cuatro dias de fiesta volvemos a la rutina de la semana de cuatro dias y medio (claro que antes para mi era de cinco y medio, así que no me quejare demasiado), si me quejare probablemente cuando expulse la ingente cantidad de olivas gigantes picantes que he comprado en el Capazo. La verdad es que la noche de sabado durmiendo desde las 23.30 horas hasta las 12:30 del domingo ha resultado bastante reparadora. Para variar, es el tercer fin de semana consecutivo que no piso el Cubitos y todavia no me he convertido en calabaza, sera señal de que realmente me estoy haciendo mayor?. Mis compañeros habituales de juerga se han soltado la melena y este fin de semana se han ido a la Peña 10 de agosto... Me habeis dejado anonadado... Los abuelos Torry y el Leader paseando a los nietos Gorgorito y Pastillas. Dos generaciones unidas por el alcohol. Pocas cosas me quedan ya por ver.
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